viernes, septiembre 19, 2008

Ya eres un marino... ¿verdad?


Es siempre lo mismo… comienzas la campaña deshaciendo el equipaje en el camarote; añorando un hogar que has dejado de nuevo, unos amigos, una ciudad, en fin… una vida, una parte de lo que es tu vida y comienzas otra campaña. La sensación de trsiteza y l nudo en el estómago se te borrará pronto, lo sabes.
Un nuevo barco, nuevos compañeros, una nueva ruta o todo lo contrario… tu barco de siempre, el mismo camarote, los compañeros de tantas y tantas historias que han ido ocurriendo.
Da igual, el momento de posar tu maleta sobre la cama es el comienzo de un ciclo que se ha venido repitiendo en tu vida, desde aquel lejano día en el que por primera vez pisaste el camarote de alumnos del Góngora. Cómo olvidar aquella sensación, el sentir que comenzaba tu vida como Oficial de la Mercante.
Dos golpes en la puerta abierta interrumpen mis pensamientos y unos ojos y una sonrisa y una mujer.
- Hola, tu eres Ken, ¿no? Yo soy Edurne, tu segundo Oficial.
Si tuviese que describirla n pocas palabras diría decisión, voluntad e ilusión, repartidas equitativamente. Lo sé… ¿y su físico?… De su físico destacan sus ojos de color mar en día de niebla y una sonrisa franca y luminosa que invita a sonreír.
Me llamó poderosamente la atención y a la vez me hizo gracia, que no se refiriera a ella misma como segunda Oficial o segunda Oficiala como viene siendo usual entre tanto estúpido que confunde el machismo y el feminismo con las cuatro témporas.
- En cantado Edurne, ¿Qué tal? ¿Llevas mucho embarcada?
- Es mi primera campaña, embarqué ayer… Estoy deseando salir a la mar.
Vi en sus ojos la sed de mar y aventura y se me fueron poco a poco los fantasmas del día de embarco y le devolví una sonrisa vieja y cansada.
Adelante, prepara el puente y avisa a la máquina… Nos vamos.


Suena I`ve got you under my skin de Sinatra y Bono

No todas las historias son de amoríos… Bicos neniña.